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Equilibrio ante todo, o como mantener nuestra salud a raya

5 de noviembre de 2016

Equilibrio ante todo, o como mantener nuestra salud a raya

El mundo va cada vez más deprisa, y nosotros con él. Los cambios no solo tienen que ver con las nuevas tecnologías y el desarrollo de las infraestructuras, sino que incluso nuestra vida está en continuo cambio.

Tenemos cada vez menos tiempo para nosotros mismos, trabajamos demasiado y siempre tenemos prisa. Vamos en transporte público del punto A al punto B, y en los descansos comemos comida rápida y bebemos bebidas energéticas. Estamos cada vez más nerviosos e irritados, nos olvidamos de celebrar la vida y de disfrutar de cada uno de sus momentos. ¿Dónde están el sentido, el equilibrio y la tan ansiada tranquilidad? ¿Qué podemos hacer para tranquilizarnos un poco y poder ocuparnos de nuestras cosas?

Una cosa muy importante en la vida es el equilibrio – no solo el espiritual o el mental, sino también el relativo al trabajo de nuestro organismo. Este equilibrio nos ayuda a mantenernos sanos y poder disfrutar de la vida al máximo. A menudo, cuando hablamos de estabilidad y equilibrio interior, nos encontramos con el término homeostasis. La homeostasis es el estado de estabilidad del mediointerno de nuestro organismo. Esta estabilidad se refiere a la estabilidad de parámetros básicos como la presión sanguínea, la temperatura corporal adecuada, el pH de la sangre, el equilibrio hormonal y muchos, muchos otros.

Uno de los parámetros más importantes de la homeostasis es el mantenimiento del equilibrio ácido-base en la sangre, un equilibrio que juega un papel importante en el transcurso de los procesos metabólicos del organismo. Un parámetro que dice mucho sobre nuestro estado de salud es el pH de la sangre. La sangre de una persona sana que come sano y es activa físicamente debería tener un carácter ligeramente alcalino (pH 7.35-7.45). Estos son los límites dentro de los cuales tienen lugar de forma natural todos los cambios metabólicos de nuestro organismo. Son muchos los mecanismos que intervienen en el mantenimiento del equilibrio ácido-base de nuestro organismo. Entre ellos podemos destacar los procesos digestivos, la circulación de la sangre, la expulsión de dióxido de carbono por parte de los pulmones, etc. La alteración de cualquiera de estos procesos puede provocar la acidificación de la sangre, algo que se produce cuando el pH se sitúa por debajo de 7. Esto puede ocurrir debido a muchos factores tanto internos como externos, aunque los más importantes son una dieta incorrecta rica en alimentos acidificantes, poco ejercicio físico, las prisas y el estrés.

La acidificación del organismo puede tener diversos síntomas. Los primeros síntomas visibles son el debilitamiento, los círculos oscuros bajo los ojos, los dolores de cabeza y los problemas con la digestión. A menudo, la acidificación también puede provocar piel seca y muy sensible, problemas con las uñas y la caída del cabello. Nuestro humor también sufre por este motivo: no estamos de buen humor, no podemos concentrarnos y tenemos problemas para estudiar. Todos estos síntomas nos roban la alegría de vivir y la motivación para hacer cosas. Pero no vale la pena rendirse. Nuestro cuerpo nos necesita, por eso es el mejor momento para limpiarlo por dentro.

Seguramente os estaréis preguntando cómo podemos limpiar nuestro organismo de manera efectiva. Uno de los mejores métodos para deshacerse de todos los síntomas desagradables provocados por la bajada del pH de la sangre es el proceso de desacidificación del organismo. Esto consiste sobre todo en cambiar los hábitos alimenticios y añadir a nuestra vida un poco de ejercicio físico diario o actividades de relajación – ya sabéis, es importante no solo el equilibrio de cuerpo, sino también el del alma. Deberíamos encontrar tiempo para ir al gimnasio o hacer yoga al menos dos veces a la semana. Esto levantará nuestro estado de animo y fortalecerá nuestro cuerpo.

El primero paso que debemos dar para desacidificar nuestro organismo es comenzar a hacer una dieta alcalina. Este tipo de dieta consiste en reducir al mínimo los alimentos muy acidificantes, entre los cuales podemos incluir:

  • carne y embutidos
  • azúcar y dulces
  • alcohol
  • refrescos con gas
  • harina de trigo blanca y los productos derivados de la misma
  • queso curado
  • arroz blanco
  • té negro
  • chocolate y cacao
  • sal

Podemos, pues, guardar en el cajón de los cuentos la teoría que dice que son los productos ácidos los que provocan la acidificación del organismo. Al hablar del “carácter ácido” de un producto, no estamos hablando de su sabor, sino de cómo dicho producto se comporta en nuestro organismo durante el metabolismo. También hay productos que podemos comer de vez en cuando mientras hacemos una dieta alcalina porque son menos acidificantes. Entre estos productos encontramos el pescado, los huevos, la leche, las ciruelas, el maíz, el pan de centeno, el arroz integral y los cacahuetes. Una dieta desacidificante consiste en la ingesta de alimentos alcalinizantes cuya misión principal será hacer que el pH de la sangre se encuentre en un valor de 7.35-7.45. Para ello, se recomienda ingerir grandes cantidades de productos tales como:

  • verduras: calabacín, berenjena, zanahoria, hojas de lechuga, espinaca, pepino, rábano, apio, remolacha, brócoli y todos los zumos de verduras
  • frutas: kiwi, sandía, piña, dátiles, higos, uvas, fresas, plátanos maduros, aguacate, frambuesa y muchas, muchas más

Además de esto, se recomienda tomar productos neutrales como pueden ser la mantequilla, la nata, el yogur natural y todo tipo de aceites vegetales. También es recomendable beber mucho líquido – alrededor de 2 litros de agua al día –, y buscar un programa de suplementación adecuado. Las dietas desacidificantes eliminan ciertos productos, lo que puede desencadenar en déficits alimenticios. Si seguimos las reglas, la desacidificación suele durar alrededor de un mes, que es el tiempo que necesita nuestro organismo para restablecer su equilibrio.

La suplementación es un gran aliado durante el proceso de desacidificación. Las fórmulas de los suplementos elaborados especialmente para desacidificar nuestro organismo contienen a menudo un ingrediente muy especial: el extracto de rosa centifolia, que contribuye activamente en la eliminación de desechos metabólicos tales como los ácidos. La rosa centifolia es una planta usada en medicina desde hace cientos de años. Contiene una gran cantidad de vitamina C, flavonoides, quercetina, antocianinas y aceites esenciales. El extracto de su flor tiene efectos armonizadores en el organismo del ser humano y restablece gradualmente la homeostasis. Recomendamos el suplemento alimenticio NUTRICODE INNER BALANCE, que funciona en dos fases, una de día y otra de noche. La fórmula de día, en forma de sobres con polvo soluble, tiene como función principal la de mantener el equilibrio ácido-base en el organismo y estimularlo para que elimine los desechos metabólicos. La fórmula de noche, en forma de cápsulas para tomar antes de dormir, aparte de zinc y magnesio, contiene extracto de melisa y lúpulo, que facilitan el sueño y, al proporcionar un buen sueño, contribuyen a que continúe el efecto de desacidificación del organismo.

Si sigues una dieta alcalina al pie de la letra y tomas este suplemento desacidificante durante un mes, conseguirás los resultados que buscas. Renovarás tu energía y dejarás atrás los efectos secundarios de la acidificación, y nuestro organismo nos lo agradecerá con una buena forma y una salud de hierro incluso en los meses de otoño e invierno.